La minería a cielo abierto y bajo tierra

El desarrollo minero ha sido extraordinario en muchos países. Sobresalió en Bolivia, Perú, en Chile, en México, Canadá y Estados Unidos. Notoria ha sido a lo largo de los años la participación de los indígenas andinos –en especial de peruanos y bolivianos–, en este campo y la constancia de los incas y aymaras. “Parecen a asturianos”, decía un español. “Vaya si son valientes y constantes cuando le abren las entrañas a la tierra”.

Lo singular y que llama la atención es que en Guatemala los indígenas súbitamente rechazan la minería, cual es el caso de los indígenas de Sololá.

Cabe preguntar la razón de ser de esa dicotomía, a la luz del hecho de que en Guatemala se ha desarrollado la minería en otras regiones indígenas, cual es el caso e la plata y el plomo –con lo dañino que es– y en Huehuetenango y en Alta Verapaz sin haber generado resistencia ni oposición.

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